El hombre Cristiano

Compartir Características del hombre Cristiano Hay patrones de conductas que desarrollamos a medida que vamos creciendo según avanzan los años, la expresión “Se esta convirtiendo en un hombre” se usa con frecuencia para explicar dicho desarrollo. Esto significa que la persona ya va dejando atrás las cosas de su infancia, las características de niño “Muchacho”  para convertirse en un hombre. Ciertamente para que esto se sea manifiesto, debe primero efectuarse un cambio! Un cambio interior el cual será reflejado en lo exterior. Siempre esperamos que los adultos sean personas de palabra. Ej. Cuando se le asigna una tarea, aquellos que tienen madurez, serán responsables en llevar acabo su deber. “Velad, estad firmes en la fe, portados varonilmente y esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con Amor” (I Corintios 16:13-14). En esta lectura el Apóstol Pablo nos comparte cinco características de este tipo de hombre. I.      Es vigilante. En los tiempos antiguos se acostumbraba tener atalayas en torres o lugares altos, para velar por la ciudad. Cuando el enemigo estaba cerca inmediatamente daba aviso al pueblo para que se preparara para el peligro. Así nosotros como hombres Cristianos, debemos velar por las almas, como atalaya de Cristo,  todos unánimes, los unos por los otros, pues así conviene a la Iglesia.  Las hormigas siendo tan pequeñitas son un imperio fuerte, pues en primer lugar trabajan unidad, enfocadas en el futuro amontonan alimentos en tiempos de verano, así cuando llega el invierno tienen el sustento de todas! Así la Iglesia de Cristo que somos nosotros.  Como hombres Cristianos debemos velar por el futuro de nuestro imperio (La Iglesia) Preguntarnos, ¿que deben buscar las Iglesias? Necesitamos prepararnos ahora para el crecimiento del futuro, El Apóstol Pablo nos dice: “Pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos” (2 Corintios 12:14). Sabemos que una mentalidad inmadura no piensa en prepararse para el futuro. Sin embargo, aquellos que tienen visión y madurez preparan ahora lo que se necesita tanto en el presente como en el por venir. Así que sea vigilante. II.      Se mantiene firme en la fe. Es necesario que los hombres perpetúen su creencia en Dios, esto es creer que Jesucristo es el Señor, que la palabra de Dios es su institución divina para el hombre y que hay que enseñar a otros a vivir correctamente para lograr mantener futuras generaciones. Nuestra edificación y vigilancia debe estar deben estar fundadas en los principios permanentes en las escrituras. Las palabras de Dios no cambian, ni se deben adulterar. De igual modo la fe, pues no debe cambiar con el tiempo, lugar o circunstancias. ¿Qué es la fe? “Es, pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1) Por ende no tiene tiempo, tampoco debe tener fronteras o limites. Durante los días de Pablo era correcto decir la verdad, en este  siglo también es correcto ser veras. Los hombres deben mantenerse firme en la fe y no balices ni titubear de lo que es correcto delante de Dios. III.      Renuncia a si mismo y acepta su responsabilidad. La acción de renunciar equivale a ver las cosas someramente o descargar su responsabilidad. Actuemos como seres humanos cuyos pensamientos están definidos. No busquemos ser como los que solo miran las cosas superficialmente sin sentir responsabilidad alguna; mas bien, cumplamos a profundidad las cosas que son necesarias para la supervivencia de la Iglesia. Fijémonos intensamente en ¿Cuáles son nuestras necesidades actuales? Y no tan solo las de hoy, sino también las del futuro. Observe, analice y busque que es lo que hay que hacer, entonces, actué como hombre. Varonilmente. IV.      Es fuerte. Con frecuencia la fuerza es mal interpretado y medida a base de la fuerza muscular. No obstante existe una fuerza mayor que esa, me refiero a la fuerza de carácter. Es bueno estar fuerte físicamente, pero se necesitan hombres que estén fortalecidos “Físico Espiritual, Emocional y Socialmente” Algunos catalogan a los hombres que lloran como débiles. Sin embargo, se requiere fuerza, una fuerza inusual, para ser capaces de llorar con los que lloran, necesitamos ser fuerte para ser débiles, con el hermano que es débil. Mienta mas humilde es el Siervo mas cerca esta de Dios, y más lejos de la Soberbia. V.      Hace todas las cosas con Amor. Necesitamos estar llenos de amor para velar, para estar firmes, para desempeñar el deber y para ser fuerte. No obstante, existe siempre el riesgo de perder el amor cuando es muy fuerte en sus principios y filosofías.  Pero, si no hacemos uso del amor, nuestra vigilancia, firmeza y desempeño del deber pierden su efectividad. Esta es la clase de hombres que servirá de ejemplo a otros.  Su vida será respetada y otros se sentirán retados a seguirla. Es como si una atmósfera particular le rodeara de amor, en el ara que las demás características sea mejoradas, cuando se trabaja junto a un hombre así, nuestro espíritus se refresca y nos ayuda e impulsa a convertirnos en mejores hombres. Por lo tanto preparémonos cada día mas, para ser mejores hombres, de manera tal que nuestro Amado Señor Jesucristo se sienta maravillado  con nuestras obras. Que el Señor les Bendiga Hebreos 12:14